El público del Santiago Bernabéu pudo disfrutar del debut de sus dos últimos fichajes, Lassana Diarrà y Klaas-Jan Huntelaar. Ambos fueron titulares precipitadamente ante las bajas de Guti e Higuaín con suerte dispar. El francés dejó destellos de lo que puede aportar al Madrid y recordó en algunos momentos a Makelele. El holandés, en cambio, notó su larga inactividad y entró poco en juego. Si Juande Ramos aún está deshojando la margarita para decidir quién de los dos jugará la Champions, el primer asalto lo ganó Lass. El galo le puso muchas ganas durante los 77 minutos que estuvo sobre el césped junto a Gago -fue sustituido por Van der Vaart-. Demostró que es un 'perro de presa' y que abarca una amplia parcela del centro del campo. Presionó todos los balones de su perímetro y fue al choque a la mínima oportunidad que tuvo de robar el balón. Se empleó con agresividad -que no con dureza- y por eso no recibió tarjeta alguna. En el aspecto ofensivo, Lass movió rápido el esférico y con criterio, tanto en los pases en corto como en los cambios de juego en largo. También cometió algún error, como sucedió en el minuto 52 cuando intentó sacarla jugada desde dentro del área y propició una de las mejores ocasiones del Villarreal. Para los que tengan memoria, recordó al mejor Makelele madridista, si bien Lass demostró ser mejor y más veloz con el balón en los pies.
Huntelaar pasó desapercibido
Huntelaar fue el que no tuvo tanta fortuna y eso que contó con una ocasión inmejorable para abrir su cuenta goleadora de madridista. Pasó casi desapercibido e, incluso, se fue del partido con una amarilla por una falta a la media hora de juego. Duró en el campo 55 minutos -entró en su lugar Drenthe- porque de momento no está para más. Sus dos meses de baja le pasaron factura. Pero no por ello estuvo apático. Bajó a recibir cada vez que los centrocampistas necesitaban un apoyo por delante y buscó por alto todos los balones largos. Tuvo su primera aparición a los 5 minutos con un destello en un gran control que no pudo finalizar en remate. Y poco antes del descanso, en el 39', dejó claro cual es su faceta y, a la vez, que todavía no está en forma. Hizo un gran control con el pecho y la colocó con gusto al palo largo, pero Diego López se la sacó con acierto. Demostró su falta de rapidez en una contra blanca y sus ansias por agradar en un disparo absurdo casi desde el córner. Todavía tendrá que trabajar mucho para quitar un puesto a Raúl o Higuaín.
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